En nuestro Encuentro 23 del jueves 10 de noviembre, Ariel Grassini Sj, diácono jesuita, pronto a ordenarse sacerdote el próximo 3 de diciembre compartió con nosotros su testimonio después de haber vivido en Haití. Nos brindó una realidad más cercana de la pobreza en la que viven. Las escuelas de Fe y Alegría están haciendo un trabajo muy importante allá. Las escuelas públicas no están reguladas. Los chicos suelen recibir castigos físicos. Los buenos modales y formas, recibidos de sus antepasados franceses no se pierden aún en medio de la pobreza. Los chicos, tal como se los ve en la foto, van impecables a la escuela. Las clases sociales altas viven alejadas y conocen poco de la realidad que viven las más pobres.
Pudimos preguntarle a Ariel todas nuestras dudas.
Seguimos animando a nuestros chicos a mover el corazón en favor del pueblo haitiano y de las escuelas de Fe y Alegría.
¡Muchas gracias Ariel!!
"...Fui destinado a colaborar en Haití y la Obra de San José en Buenos Aires. Estas nuevas misiones las vivo como un regalo de Dios y la confirmación por parte de la Compañía de vivir mis primeros días como diácono y luego como sacerdote en situaciones de marginalidad y vulnerabilidad. Entiendo que serán una escuela de escucha y de acogida que me preparan para ejercer el ministerio que ahora comienzo."
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