lunes, 22 de octubre de 2012

El aula digital


Lic. Ignacio Iturralde


Durante los encuentros de los martes 9 y 16 de octubre se presentó, entre mates y medialunas, el Aula Digital Exo. Conocido en los pasillos del colegio como “el carrito”, el aula digital consiste en un equipo de 30 netbooks, conectados en red mediante el software “E-learning Class”[1], administrado por el docente desde una laptop. Una característica muy importante de este nuevo recurso es su movilidad, mediante un mueble diseñado a medida (el antedicho “carrito”), que podemos llevar a cualquier lugar del colegio. Y esto impacta en la dinámica escolar cambiando la “ecología del aula” para nuestros “nativos digitales”. Ya no hace falta que el alumno se traslade a la sala de informática: es la tecnología la que “va” al alumno, a su espacio de estudio cotidiano, a su propio banco. Las TIC pueden sumarse entonces a las tareas del aula como una herramienta (cognitiva) más, para potenciar los aprendizajes, siempre según el proyecto pedagógico que define el docente.
La propuesta de trabajo de estos dos mates pedagógicos fue un taller de práctica. Se intentó por ensayo y error un acercamiento lo más experiencial posible a esta nueva herramienta didáctica. A través de una simulación de clase las maestras asumían el rol del alumno, cada una trabajando con una netbook. Se probaron distintas situaciones, de menor o mayor complejidad técnico/didáctica, ya sea con el software o el hardware, ponderando el manejo de los tiempos, la conveniencia del uso del aula digital según las actividades a realizar, etc. Por ejemplo:
-se probó la instalación “física” del aula digital (enchufes, conexión wifi, etc.),
-se revisaron distintas aplicaciones del software (monitoreo, envío de archivos, demostraciones, apagado remoto de las netbooks),
-se compartió una secuencia didáctica que implicaba la elaboración de mapas conceptuales a partir del software CMapTools, instalado en las netbooks, que concluía con su entrega a un buzón en la Plataforma del colegio.

Estos dos encuentros, bajo un clima de trabajo distendido y de compañerismo, nos permitieron apreciar la potencialidad del aula digital. Pero sobre todo nos desafiaron a recuperar la centralidad del acto educativo, que puede ser potenciado pero nunca reemplazado por las nuevas tecnologías. Por ello sería estéril plantear una capacitación enfocada sistemáticamente sobre cada función del aula digital. Resulta más fértil pensar primero un proyecto educativo y evaluar luego, según el “tanto cuanto” ignaciano, la conveniencia de sumarle el aula digital. Y ver entonces qué herramientas del aula digital nos servirán según nuestras necesidades específicas de enseñanza, los contenidos que se abordarán, los tiempos disponibles, etc. Solo de esta manera, planificando un uso intencional del aula digital, podremos sumar sentido a los procesos de enseñanza y aprendizaje, volverlos más significativos e integrales para nuestros alumnos, los “nativos digitales”. Ya sea como entorno de trabajo colaborativo, como oportunidad para trabajar lo multimedia o ampliar las fronteras del aula, como herramienta de trabajo desde la cual el alumno elabora un producto para “cerrar” la clase, o según el límite de nuestra creatividad docente.



[1] Según el sitio de Exo (www.exo.com.ar ) "Esta aplicación permite brindar apoyo a los alumnos desde la máquina del docente, posibilitando el monitoreo, control remoto de los equipos, distribuir archivos, creación, corrección y análisis de evaluaciones, chat, demostración del alumno, grupos de trabajo, configuración y apagado de todas las Exomates en forma remota. Es una herramienta que ayuda al docente a controlar una clase digital, generando un ambiente de colaboración e interacción con los alumnos”

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